Cuando supe que Eloísa estaba preparada para quedarse sola, corrí decidida por los pasillos… necesitaba decírselo a James. El, sin importarle mucho, me acogió en sus fríos brazos y nuevamente me llenó de confianza con simples palabras.
—No te sucederá nada —Susurró sobre mis labios y luego los capturó con sensualidad.
— ¿Cómo puedes estar tan seguro? —Susurré con los ojos cerrados, tratando de controlar mis desesperadas hormonas.
—Se mucho —Esbozó una sonrisa fugaz y me tomó de la cintura para así arrojarme contra una pared y acercarse rápidamente.
—Me tiene mal el asunto —Me quejé aun con los ojos cerrados, no tenía intenciones de abrirlos y encontrarme con el sensual aspecto que Paul traía encima.
—A toda chica la tiene mal, pero estoy seguro de que a ti no debería afectarte —Me presionó contra su cuerpo y yo con suerte alcancé a ahogar un gemido besando fugazmente sus labios.
—Tu seguridad me da escalofríos —Acaricié su pecho sobre la fina tela de su polera y las deslicé hasta lograr que mis brazos rodearan su cuello.
—Solo confía en ella ¿Es mucho lo que pido? —Acarició con tranquilidad mis piernas bajo la falda.
Sonreí y finalmente, fue por iniciativa propia, el hecho de hacer que sus labios tocaran los míos y así poder fundirnos en un beso que de a poco iba desencadenándose. Sus manos, frías como siempre, recorrían mis piernas de forma vertical, haciendo presión en ellas para lograr que pronto estuvieran rodeando su cintura. Su lengua estaba eufórica dentro de mi cavidad bucal, buscando a la mía para un reencuentro lleno de lujuria. La verdad era que ni siquiera nuestra primera vez había sido tan… salvaje.
Sonreí y finalmente, fue por iniciativa propia, el hecho de hacer que sus labios tocaran los míos y así poder fundirnos en un beso que de a poco iba desencadenándose. Sus manos, frías como siempre, recorrían mis piernas de forma vertical, haciendo presión en ellas para lograr que pronto estuvieran rodeando su cintura. Su lengua estaba eufórica dentro de mi cavidad bucal, buscando a la mía para un reencuentro lleno de lujuria. La verdad era que ni siquiera nuestra primera vez había sido tan… salvaje.
Se alejó de mí y me miró a los ojos, al mismo tiempo aprovechó de recobrar un poco de aire y pronto volver a besarme… pero esta vez su punto fue mi cuello. El hecho de sentir como su lengua recorría mi piel, me estremecía por completo, sus dientes es hincaban y yo solo tiraba de su cabello, para contener las ganas de soltar alguno que otro ruido. Con lo entretenido que estaba en mi cuello, me preocupé de ir levantando disimuladamente su polera. Ya tirada en el suelo… su pantalón y antes de bajarlo, se separó. —Un día de estos no podré resistirme si seguimos haciendo esto —Sonrió malicioso y volvió a atacar mis labios.
— ¿A qué te refieres? —Pregunté cuando lo alejé pocos centímetros de mi cuerpo. Se alejó de mí y buscó su polera en el suelo. — ¿Qué? ¿Otra vez con tus terribles cambios de humor? —Arreglé mi falda mientras lo veía vestirse.
—Tengo muchas cosas que decirte, pero ahora no es el momento… —Susurró. Fue lo último que hablamos… siendo orgullosa lo miré enrabiada y salí del cuarto. En mis planes estaba que James saliera detrás de mí, pero en vez de eso, me dejó esperando largas horas en mi habitación. Era la una de la madrugada y aún así no podía dormir, sentía que haber dejado a Paul con las palabras en la boca fue lo peor que pude haber hecho, pues ahora me sentía culpable
Salí de la cama y envolví mi cuerpo en una bata. Con cautela eché a andar por los pasillos, si alguien me sorprendía… quizás en que castigo me vería sometida. Al llegar frente la puerta de Paul descubrí que estaba entreabierta, por lo que me vi en completo derecho de ingresar en la habitación. La luz estaba apagada y eso producía que mi imaginación comenzara a volar y el miedo aumentase. —Paul —Susurré temblorosa mientras cerraba la puerta. Al ver que no respondía, algo desesperada comencé a buscar el interruptor de la luz… tanta oscuridad hacía del escenario algo tenebroso. —James… ¿Estás aquí? —Balbuceé nerviosa palpando aún la pared. Finalmente encontré el interruptor y al presionar el botón, para mi mala suerte, nada dio resultado… no había luz. — ¿Qué diablos sucede aquí? James, si estás aquí más vale que hables… me asustas —Apegué mi espalda a la pared. De un momento a otro, sin darme cuenta, James pareció frente a mí… y al verlo no pude evitar taparme la boca cuando estuve a punto de gritar.
— ¿Qué haces a estas horas aquí? —Me miró serio entre la oscuridad.
—Maldición… —Suspiré con una mano en el corazón. Me había asustado— Nunca vuelvas a hacer algo así ¿Oíste? —Le reproché mientras inhalaba y exhalaba con dificultad.
—Repito… ¿Qué haces aquí? —Preguntó molesto.
—Yo… lamento… yo… venía a disculparme… yo… —Balbuceé.
—Ven, vamos —Me tomó de una mano y arrastrándome me sacó de la habitación en dirección a la mía.
OMG OMG! ¿que pasara? para que la llevara a su cuarto?? 1313 es tan genial tu fic *-* te invito a pasarte por el mio, claro si quieres & si puedes www.somewhereinher.blogspot.mx ^^
ResponderEliminarTú fic me encanta te deja la re intriga O.O paul tan lindo y misterioso ME ENCANTAAAAA SEGUÍlo ;)
ResponderEliminarTu siempre me dejas intrigada por que ???? T_T Baaa no importa iré al siguiente capitulo :D
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