martes, 27 de marzo de 2012

Capitulo 1 .- TRADED EVERY THING FOR LOVE'(L)

Afuera helaba y aún así me encontraba protegida entre los fuertes brazos de Paul que me brindaban calor.
- Podrías quedarte esta noche - Susurré jugando distraída con sus dedos.
Se acomodó para mirarme, tomó mi rostro con delicadeza y besó mis labios.
- Suena estupendo - Sonrió y acarició mi mejilla -  pero, hoy no puedo.
Lo miré seria y luego cerré los ojos para largar un leve suspiro.
- ¿Cuál es tu excusa? - Desvié mi mirada. No era mi intención encontrarme con alguna de sus tantas expresiones que me hacían perder la memoria.
- Hay una junta en casa de John, no puedo faltar - Susurró y sentí su mano posarse en mi mentón, seguramente para hacerlo girar y que lo enfrentara.
- Está bien, entiendo – Sonreí-  es obvio que una junta es mucho más importante que yo, así que no te hagas problemas, está todo perfecto.
Lancé mi última mirada y me puse de pie para dirigirme hasta la ventana, supuse que saldría a dar una vuelta, la lluvia calmaba mis problemas y molestias.
Mi piel se erizó al sentir como posaba sus calientes manos en mis brazos descubiertos y los acariciaba de manera vertical.
- (TN), no te enfades, es solo - Interrumpí lo que seguramente serían mas excusas.
- No quiero saberlo, anda, yo saldré también, quizás estaré en la alcoba de Eloísa -Suspiré sin voltearme. La lluvia caía de una forma especial aquella noche.
- Vamos, podré quedarme mañana en la noche ¿Qué te parece? De hecho podríamos improvisar algo ¿eh?  - Susurró lentamente sobre mi oído y al acabar mordió con cuidado el lóbulo de mi oreja.
-Primero que nada eso ya no sería Improvisar y segundo, ya no. Sabes que soy orgullosa ¿Verdad? - Enarqué una ceja y lo miré a través del leve reflejo que se producía en el vidrio.
- No quiero irme sabiendo que estás enojada conmigo -Murmuró y apoyó su frente en mi hombro derecho sosteniendo sus manos quietas en mis brazos.
- James Paul - Me alejé de él y lo enfrenté- no estoy enojada, solo es que me molesta el hecho de que no quieras pasar una noche con tu… casi novia - Sonreí.
A todo esto, No éramos novios ¿Por qué aún no me lo pedía? Llevábamos más de cinco meses saliendo, es un largo tiempo y no tenemos oficialmente un noviazgo.
- Puedo hacer algo - Sonrió travieso y me acorraló contra el frío cristal.
- ¿Qué se te viene a la mente?  - Susurré sobre sus labios, ya deseosa de tocarlos.
- Volveré temprano, lo prometo. Las juntas de John suelen ser un desastre, por eso es que nadie va y soy muy compasivo con él - Cada palabra vibraba en mis labios y yo enloquecía por dentro- cuando escuches tocar la ventana tres veces, es que romeo espera a que lo atiendas - Rió suave.
- Llegarás estilando - Cerré los ojos. Mis hormonas ya no podían más con su mortal cercanía.
- Es un riesgo, pero peor sería si me viniera por los pasillos, si nos descubren estamos muertos y no creo que quieras que tus padres se enteren de que un chico te visita por las noches ¿Verdad? - Acarició mi cintura por debajo de la delgada camisa a rayas rosadas.
- Supongo que eso sería un desastre - Reí y apreté mis puños. Ya no resistía, pero aún así no me dejaría vencer.
Sentí como por fin la distancia que había entre nuestros labios, que por cierto no era mucha, fue cortada. Pasivamente capturó mi labio inferior, mientras que con cuidado subía sus manos por debajo de la camisa y yo elevaba mis manos y enredaba mis dedos en su cabello haciendo que la presión del beso fuese aún mayor.
Pasado un minuto me encontraba estirada en mi acolchado con Paul sobre mí. Sus manos ya desabotonaban botón por botón mi prenda de vestir y mi pecho subía y bajaba con velocidad.
Sus besos descendían desde mis labios, mi mentón y mi cuello, que fueron el punto final, pues se alejó de mí y se sentó pata analizarme con picardía.
- ¿Ya te vas? - Susurré sentándome a su lado.
Solo asintió y me miró una vez más. Vi como mordía su labio inferior tentativo y luego cerró los ojos para ponerse de pie y darme la espalda.
- Solo abotónate esa camisa -Susurró aún dándome la espalda.
Yo solo reí y obedecí a su petición. Me acerqué hasta él y lo abracen por la espalda.
- Te esperaré - Susurré.
Se giró y me miró con ternura.
- Prometo estar aquí, así que estate alerta - Me sonrió y besó mis labios pausadamente.
- Diviértete - Acaricié su mejilla y luego deposité un corto beso sobre su piel.
- Te quiero - Besó mi frente.
- Es solo de chicos ¿Verdad? - Enarqué una ceja.
- Si, es solo de chicos - Rió.
Le sonreí y él me devolvió el gesto para luego salir de la habitación.
Me lo había prometo, así que estaba tranquila. Sabía que lo haría, sabía que una de las cosas que detestaba era que le fallasen, por lo tanto, el no me fallaría.
Me metí a la ducha y me di un relajante baño, después de todo, los últimos días habían sido agotadores, el mes había estado repleto de exámenes que consumían me energía por completo.
Entre mi ropa interior, busqué la mejor y la más provocativa, sequé mi cabello y lo arreglé de manera sencilla, parecía que iba a salir, pero mis planes eran mejores.
Envolví mi cuerpo en una bata, me estiré en el sofá y prendí la televisión. Tenía que mantenerme despierta hasta que Paul llegara.
Los ojos me pesaban y sentía que mi cabeza apoyada en mi mano se caía. Tenía sueño… vamos, no podía ser muy tarde. Caminé hasta mi celular y analicé la hora…- ¡Las 3 de la madrugada! – Ok, calma, Paul dijo que llegaría temprano, supongo que eso sería temprano para él.
Seguí esperando, 3:30. 4:00, 4:30, 5:00…ok, Paul McCartney  me había fallado.
Totalmente enojada y frustrada me metí entre las frías sábanas de mi acolchado y dejé caer pesadamente mi cabeza en las almohadas. Esta me la iba a pagar.


Continuara...