miércoles, 5 de septiembre de 2012

Capitulo 16.


- ¿es necesario hablar de eso?

-Sí -respondí seria.

-Bien, te diré –suspiró- George tiene sospechas, muchas sospechas.

-¿De qué? -pregunté

-De que… bueno, nosotros, de lo que pasa entre nosotros -me comencé a sentir algo mareada-  ¿Nayeli, estas bien? -solo logré asentir con mi cabeza- Estas pálida, pequeña.

-Estoy -respiré profundamente- algo mareada.

-Espérame aquí, iré por un poco de agua.

No sé cuanto demoró en llegar nuevamente a mi habitación, pero yo ya estaba mejor. Había que hacer algo. No, no había que hacer nada. Nada.
-John, esto no puede seguir.

-¿qué?

-Rachel, ella también sospecha y ahora con George de seguro armarán algo para descubrirnos. No podemos seguir.

-No, Nayeli, tranquila –suspiró- No tiene porqué acabar, no tiene nada de malo ¿acaso enamorarse es algo malo – Enamorarse.

-Winston, es que… somos primos, familia, no se puede -acaricié su suave mejilla.

-¿qué pasa si no?

-¿de qué hablas?

-Que si no fuéramos primos, todo sería distinto, esto no estaría mal

-Sí, no sería malo, pero John… somos primos. Métetelo bien en la cabeza. Lo siento, pero no se puede seguir.

-Nayeli… -sus ojos comenzaban a cristalizarse.

-John, al menos tienes a Anna, aprovéchala, ella te quiere mucho -tomó mis mejillas y me hizo mirarle directo a los ojos.

-A ti, a ti es a quien quiero. Te amo…

-John, no -Mis ojos estaban haciendo un esfuerzo enorme para no soltar las lágrimas- Yo -miré el suelo- yo a ti no te amo.

-¿Qué? No mientas, mírame -fijé mi vista en él, solo logré que mi rostro estuviera completamente cubierto por lagrimas.

-Eres lo más importante para mí, pero esto no se puede. No lo hagas más difícil

- ¿Me amas? -preguntó serió

-Sí, claro, pero ahora eso no importa. Solo te pido que seamos primos, como lo soy con Paul o con George. Por favor.

-Nayeli..

-¿Me podrías dejar sola, necesito estarlo? -se paró y al salir la puerta dio un golpe enorme.





Esa tarde y noche prácticamente me ahogué en llanto. No bajé a cenar porque no quería ver a John, no por ahora. Realmente es prácticamente mi mundo, todo el tiempo pienso en él, esta semana ha sido la más lenta. He salido con Paul, pero aun así sigo pensando en él, en su sonrisa y sus perfectos lacios, su mirada… Sus besos, sus abrazos, su voz. Todo. Sigue con Anna, ella se la pasa aquí en la casa, no es de lo más agradable para mí verlos, por eso prefiero salir o simplemente encerrarme en mi habitación. Es algo tarde, bastante tarde, pero no logro conciliar el sueño ¿Cómo uno se puede volver tan dependiente de una persona?
Tomé un polerón, me lo puse sobre mi polera y acomodé mis jeans. Bajé lo mas silenciosa que pude las escaleras, para no despertar a nadie y salí al patio. Me acodé sobre el pasto, mirando el cielo estrellado que acompañaba a la luna llena. La luz de un foco que molestaba en mi cara dejo de hacer presencia en ella por un momento. Giré mi cabeza y ahí estaba él. Su mirada seria clavada en mí.

-¿qué haces tan tarde aquí?

-No, yo, no podía,  yo no podía -Genial, nervios estúpidos

- ¿No podías dormir?

-Ah, eso -me senté sobre el pasto.

-Te sentí salir de tu habitación…

-OH, lo siento, no quería hacer ruido.

-Tampoco podía dormir, Anna -suspiré para darle a entender que no quería hablar sobre ella- es que ella está preocupada porque ando muy cansado… y mis ojeras.

-Entonces ve a dormir -Lo miré.

-No,  no logro dormirme. Hay algo que me da vueltas en la cabeza.  -se sentó junto a mi.

-¿Qué cosa?

-¿Por qué tú? -fruncí el ceño- Es que enserio, no dejo de pensar en ti. No sabes cómo te he extrañado.
-John, no empieces.

-No, si empiezo, porque sé que a ti te pasa igual. Vamos, a quién quieres engañar. No somos felices sin el otro.

-Es que John -podemos hablar de otra cosa, yo, mira, te prometo que esta conversación la retomaremos.

-OK, pero ya lo prometiste.

-Sí…

- ¿Y de que quieres hablar?

-No lo sé, dime tú algo interesante.

-OK, me enteré de algo.

-¿de qué?

-Bueno. A Maggie le gusta hace mucho Paul, pero Paul estaba con Rachel.

-¿estaba?
-OK, aun están. Pero el otro día iba a entrar a la habitación de Paul y ellos-  Joe y Maggie se estaban besando.

- ¿¡Qué!?¿Cómo? -se acerco un poco a mí.

-Así..

Tomó mi mentón y me acercó a sus labios. Cómo extrañaba esos dulces labios, nadie besaba como él, no para mi, de hecho dudo que el beso entre Paul y Maggie haya sido tan perfecto. Nos separamos por la falta de oxigeno en nuestros pulmones. Tomó mi mano y me ayudo a levantarme del césped. Entramos en la casa hasta llegar a su habitación.




Capitulo 15.


Como me hubiese gustado poder saber leer los labios, aunque mucho podía adivinar con las miradas y las manos de John jugando con nerviosismo. Sentía que a veces me miraban y yo dirigía mi mirada a la piscina. Algo no estaba bien.


- ¡Nayeli!  -Escuché gritar a Nick. 


Lo miré desesperada, no sabía qué era lo que sucedía, estaba lo suficiente ida en mis pensamientos para darme cuenta que era lo que ocurría a mi alrededor.



Vi a Winston poniéndose de pie, también a George, se notaban preocupados, giré mi rostro para ver detrás de mí y ahí se encontraba una pelota de colores fluorescentes volando por los aires en dirección hacia mí. Con la velocidad a la que venía no alcancé a correr mi torpe cuerpo hacia algún lado y la esfera impactó en uno de mis costados, en mis costillas,  provocando cortar mi respiración. Mis pies resbalaron y estando al borde de la piscina, caí. 



Pensando en que mi suerte me ayudaría, mis pies buscaron el suelo, pero no, me acaba de dar cuenta de que me encontraba bajo el agua sin escapatoria. Aún sentía con fuerzas el dolor del golpe y ahora la desesperación por querer respirar mis ojos se cerraron.


Narra John.


Mis pies estaban pegados al suelo en el momento en que vi como un golpe derribaba a Nayeli en el agua.


-¡¿Eres imbécil o qué?!  -Le grité desesperado a mi hermano siguiente a la vez que quitaba mi polera para poder lanzarme en busca de Nayeli.

- ¡Lo siento yo..!  -Alcancé a escuchar cómo se excusaba, ya estaba sumergido en el agua. 


Sabía que era profundo y al parecer más de lo que creía, mis ojos abiertos con dificultad la buscaban en algún rincón de la piscina, Pronto el aire comenzaba a faltarme y gracias a dios pude divisar al cuerpo de la hermosa chica decayendo cada vez más. 



Me armé de fuerzas y nadé hacia la chica, la tomé entre mis brazos y me di impulso para salir a la superficie. 

Su cuerpo estaba totalmente relajado, sus ojos estaban cerrados y yo estaba desesperado por llevarla a la orilla y permitir que respirara. Con delicadeza la tomé en brazos y dejé su frágil cuerpo en el suelo. 

-Nayeli -Sollocé agitado acariciando su rostro y quitando el pelo mojado de este. 


Paul, George y Bob la rodearon.



-Lo siento, lo siento, yo de verdad no quería, yo…  Nayeli -Dijo James desesperado.


- ¡Maldición! ¡Déjenla respirar!  -Exclamé con rabia- ¡Y tú no me hables, todo esto es por tu culpa!  -Lo miré apretando mis puños.

-Ya no importa, hay que hacer algo… respiración boca a boca, puedo hacerlo, quiero hacerlo -Dijo James.

-Ni te atrevas a tocarla  -Aumentó la rabia en mí.

-Deja que Winston  lo haga  -Dijo George-  Bob, ve por papá y mamá.


Miré a George nervioso, el lo sabía, quizás no con detalles, pero tenía sospechas. 



-Denme espacio - Ordené.



Todos se corrieron y decidieron quedarse detrás de mí esperando a que salvara la vida de nuestra prima. 

Con delicadeza incliné su cabeza hacia atrás y jalé su quijada hacia delante, separé sus labios y tapé su nariz para evitar que el aire escapara. Pronto Acerqué mis labios de costado hacia los fríos de ella y comencé a enviar aire para inflar sus pulmones. Volví a alejarme 5 segundos para dejar salir el aire y luego me preparé para repetir la misma operación una y otra vez. 


Me estaba asustando, mi nerviosismo aumentaba al ver que no reaccionaba a mi vago intento de ayudarla… cuando en un momento la vi toser desesperada y hacerse a un lado para eliminar el agua tragada.



-Estás bien  -Susurré con el corazón a mil por hora, no iba a demostrar lo feliz que estaba con un grito, lograría ponerla nerviosa.

Narra Nayeli.


Sentía que aún me ahogaba, sentía que aún estaba atorada bajo el agua. Tosí unas cuantas veces hasta sentirme recuperada. 


Luego de unos minutos más mis tíos llegaron corriendo alarmados por mi circunstancia, traté de calmarlos diciéndoles de que ya me encontraba mejor y que también había sido culpa mía por lo distraía de todas formas eso no fue necesario para que no reprendieran a Paul. 



Noté que John lo miraba molesto y de vez en cuando se unía a lo que sus padres decían para retarlo con rabia. 




Al volver a casa, cuando ordenaba mis cosas tocaron la puerta. Supe que John no era. 

-Hola  -Sonrió James.



-Hola  -Sonreí- adelante -Me hice a un lado y luego cerré la puerta.



Se sentó a los pies de la cama y lo acompañe.



-De  verdad lo lamento, pensé que… veías la pelota, nunca quise… -Lo interrumpí.


-Tranquilo  -Suspiré- es mi culpa haberme puesto a pensar otras cosas en un mal momento, debí haber prevenido algo así. Lo importante es que todos estamos bien, no tienes porqué disculparte ni nada -Acaricié su mano dándole ánimos.

-Me siento mal, quiero compensarlo, ¿Te parece si salimos?  -Me sonrió.
-Suena excelente -Sonreí.
Separé mis brazos en señal de que me abrazara y así fue…  Que tierno era. 


- ¡Ejem! -Escuché decir de una forma molesta. John



Nos separamos y Paul me miró incómodo.

-Sal de aquí descuidado -Dijo Winston apoyándose en la pared.


-John tu sabes que… -Volví a interrumpirlo.

-Paul, no le hagas caso… sabes que estoy bien y que pronto saldremos -Le sonreí.

-Claro -Me miró con alegría, se me acercó y besó mi frente para luego retirarse.

-Oh ¡Qué bien! ¿Entonces saldrás con quien casi te mata y no con quien te salvó la vida? Espera, se me olvidaba que recién se estaban abrazando TAN amorosamente que se verían lindos como pareja. 


Estaba serio, me miraba con cara de pocos amigos.



-Es idea mía o estás celoso  -Sonreí.


- ¿Yo? ¿Celoso? Ja claro -Bufó y miró hacia un lado.


Me acerqué a él y acaricié su mejilla.



.Te ves lindo rojo de rabia  -Reí.


Me miró serio y tomó de mi rostro para capturar mis labios con pasión y desesperación.

-¿Qué pasa si alguien nos ve?  -Susurré sobre sus labios.

-Te besé en público hoy,  así que no dirán mucho -Dijo seductoramente al tiempo en que subía mi polera.

-Pero esto es.. -Ya no podía hablar.


Tiró mi polera lejos y me empujó para caer en la cama y el subir en esta rodeando mi cuerpo con sus piernas y manos sin hacer contacto con su cuerpo y el mío.


En la misma posición comenzó con exquisitos besos por mi cuello y empezó a bajar.


-John, John..  espera.. yo.. yo, Winston!  ¡ya basta! -Dije tratando de empujarlo a un lado.


Quedó boca arriba en el acolchado.

- ¿Qué sucede?  -Suspiró cerrando los ojos.

-Antes de todo quiero saber que conversaste con George  -Lo miré a los ojos.



John solo hizo una mueca de desagrado.