Con las pocas fuerzas que quedaban en mi cuerpo, conduje mi mano derecha hasta el lado izquierdo de mi cuello. Sentí la yema de mis dedos humedecerse y los devolví hasta que mis ojos pudieran apreciar que era lo que sucedía. Con la vista borrosa pude distinguir el color rojo que bañaba a mis dedos y enseguida apreté los ojos queriendo despertar de una pesadilla. Lograba distinguir dos voces diferentes, se oían gritar, pelear o algo parecido. De un momento a otro, el ruido desapareció, excepto mis quejidos y llanto.
—(TN)—Escuché una voz pacífica cerca de mí. Casi sin aliento miré hacia los lados y lo único que logré reconocer fue una sombra.
—Aléjate —Murmuré con dificultad.
— (TN), dios mío… esto es mi culpa —Sentí la voz quebrarse— Amor… perdóname ¿Si? De verdad esto es… es mi culpa, por favor. —Sentí elevarme, supuse que debía de estar en sus brazos. —Amor, te prometo que estarás bien —Sentí unos fríos labios en mi frente y luego silencio. Ya no sentía mi cuerpo, no sentía nada y tampoco veía nada.
Desperté con el cuerpo liviano, como si todo ese dolor que había sentido hubiese sido parte de mi imaginación… y quizá lo era. Me senté en la cama y observé mi alrededor… todo estaba tranquilo y no había nadie en que me acompañase… o al menos… hasta cuando la puerta del baño se abrió y James apareció con el rostro apenado.
— ¿Qué haces aquí? Vete… —Dije retrocediendo con torpeza hasta que mi espalda se acopló a la pared.
—(TN), tranquila yo… —Se acercó y se sentó en la cama— solo… quiero pedirte disculpas —Me miró directo a los ojos. ¿Disculpas? Palabra familiar… Alto ¿Quiere decir que no fue una pesadilla?
Llevé mi mano al lado izquierdo de mi cuello y me encontré con un pequeño vendaje de gasa. Toda la experiencia vivida había sido verdad.
Llevé mi mano al lado izquierdo de mi cuello y me encontré con un pequeño vendaje de gasa. Toda la experiencia vivida había sido verdad.
—Aléjate de mí —Sollocé y abracé mis piernas… me sentía indefensa e insegura a su lado.
—No (TN)—Su voz estaba quebrada— Menos ahora…
— ¡¿Menos ahora?! —Exclamé al interrumpirlo— ¡¿Qué diablos es lo que sucede?! ¿Qué es lo que está pasando? ¿Dónde está Eloísa? —Sentí como mis ojos se cubrían de lágrimas.
—Por favor, déjame explicártelo… —Se acercó y posó sus manos en mis brazos. ¿Qué había ocurrido con su temperatura? Ya no la sentía fría como de costumbre.
—Dime - donde – está – Eloísa —Apreté mis dientes y lo miré furiosa. Noté como tragaba saliva y me miraba con nerviosismo.
—Ella está… ella está… muerta —Susurró. Lo quedé mirando sin aliento… esto no estaba ocurriendo.
— ¿Fuiste tú? —Pregunté con dificultad. Apretó sus ojos y asintió con la cabeza.
Sin pensarlo dos veces empujé su cuerpo hacia atrás, me puse de pie y corrí hacia la puerta tratando de ahogar el llanto en gemidos. Giré la manilla desesperada, pero el seguro estaba puesto. Me volteé y me apegué a la pared.
—Déjame salir —Sollocé y sentí mi cuerpo tiritar.
—No, tienes que saber qué es lo que ocurre —Suspiró parándose frente a mí.
—No necesito saber más… eres un asesino —Agaché mi rostro y apreté los ojos con el miedo apoderándose de mí. Sentí su anatomía cerca de mí y sus manos se posaron en mi rostro para levantarlo y hacer que lo mirara directo a los ojos.
—No te haré daño —Susurró secando mis lágrimas con los pulgares.
—Te… te tengo miedo… James —Sollocé en un susurro y lo miré a los ojos. Suspiró y besó mi frente.
Tomó de mi mano y me guió de nuevo hacia el acolchado. Nos sentamos y miré el suelo.
Tomó de mi mano y me guió de nuevo hacia el acolchado. Nos sentamos y miré el suelo.
—No puedo dejarte hasta que estés enterada de lo que sucede… prometo estar lejos de ti si… aceptas que es lo que está pasando, más en estos momentos —Tomó de mi mano y yo no le di importancia— ¿Crees en leyendas? —¿Escuché bien? Enseguida levanté el rostro y lo miré.
— ¿Qué? —Arqueé una ceja.
—Será difícil de creer, pero de a poco te irás dando cuenta sola —Me sonrió apenado.
—Sin merodeos, dime de una vez que es lo que sucede —Exigí molesta.
—Somos… no somos humanos (TN) —Me miró nervioso.
— ¡Oh por dios! ¿De qué rayos hablas? ¿No somos humanos? ¡Entonces ¿Qué es lo que somos?! Y alto… ¿Somos?
—Esto había sido la gota que rebalsó el vaso. No tenía paciencia para que viniera a decirme estupideces… menos cuando había sido el responsable de una muerte… quizás de cuantas.
—Somos Vampiros (TN) —Pronunció con un cierto dejo de frialdad. Lo quedé mirando sin expresión alguna… ¿Acaso esperaba que le creyera?
— ¡Ha! Y déjame decirte que soy Ariel, mi padre es Tritón —Fruncí el ceño y suspiré molesta— ¿Podrías irte? Esto ya es suficiente —Tomé mi rostro entre ambas manos.
—No me crees ¿Verdad? —Murmuró.
—Así es —Gesticulé con desagrado. Me tomó de un brazo y me condujo hasta el gran espejo de mi habitación.
—James, si tenemos reflejos… ya deja de jugar —Me quejé.
—Lo de los reflejos es solo un mito —Se puso a mi lado— Quítate la venda que traes en el cuello —Ordenó.
Sentí un escalofrío interminable… Miedo. —Vamos, hazlo —Me miró expectante a través del espejo.
Sentí un escalofrío interminable… Miedo. —Vamos, hazlo —Me miró expectante a través del espejo.
Temblorosa llevé mis manos a mi cuello y cuidadosamente me deshice del vendaje. Me acerqué al espejo y observé la herida… imposible.
Continuara...