sábado, 28 de julio de 2012

Capitulo 8.




Sus labios comenzaron a bajar hasta llegar a mi cuello ¿Cómo iba a salir de esta? El estaba sobre mí, besándome y gracias a que mis hormonas se volvían locas cada vez que el estaba así de cerca no lograba pensar con claridad, con dificultad logré decir su nombre, esto estaba mal, muy mal.

-¿Qué pasa? -Su respiración estaba acelerada al igual que la mía.
-Esto no está bien -El seguía ahí, en mi cuello.

No hubo respuesta alguna, sus manos ya estaban comenzando a subir mi polera, ya no podía hacer nada, lo había intentado. Tomé su rostro y volví a besar sus labios ahora algo hinchados, pero con el mismo dulzor que siempre. Levanté un poco su polera, para poder tocar su bien trabajado abdomen ¿era posible que un chico de dieciocho años tuviera ese físico? Creo que no, solo podía ser él. Un par de golpecitos en la puerta nos hizo separar de golpe.

-¿Nayeli? -preguntaron del otro lado
-Es Paul -Susurró John- siempre arruina todo

Me levanté e intenté arreglar un poco mi cabello mientras normalizaba mi respiración y baja mi polera. Abrí la puerta.

-¿Estas bien?
- -Respondí y me mordí el labio inferior
-¿John?
-Estábamos hablando, esta
-Me siento mal por no recordar nada con respecto a Nayeli -Intervino
-Tranquilo, seguro luego vas a acordarte de todo. Nayeli, te venia a hacer una invitación.
-¿Enserio?
-Bueno, es de Richard
-¿Y por qué tiene que invitarla él? -Noté la molestia de John
-No tiene nada de malo, la conoció hoy
-Ya, ya ¿Qué invitación? -Pregunté
-Es en una semana más, estará de cumpleaños y va a hacer una fiesta
-Genial, dile que lo más probable es que esté por allá... Contigo, claro.
-Me parece estupendo-sonrió-John, es tarde, deja ya dormir a Nayeli.
-Tranquilo, ya me iré cuando ella me diga.
-Bueno, John la verdad es que Paul si tiene razón, es mejor que duerma, estoy cansadísima -Enmarcó sus ojos.
-Ven, vamos hermanito
-Paul lo sacó de mi habitación.

Cerré la puerta y apoyé mi espalda en ella, me dejé caer a medida que votaba el aire de mis pulmones. Si no fuera por Paul seguramente aun estaría en mi cama, besando a John. Mi primo. Suspiré y me levante rápidamente. Arreglé un poco las almohadas y apagué la luz, me tiré solo encima de la cama, el calor me había invadido por completo. 

La luz del sol me comenzó a molestar en el rostro, abrí los ojos solo un poco, pero lo suficiente para ver una mano sobre mi abdomen. 

Debería haber cerrado con llave -pensé.



Saqué su mano con cuidado y me levanté. Me dirigí directo al closet y saqué un vestido azul y ropa interior. Salí lo más rápido del lugar. Me metí a la ducha, fue algo rápido. Quería bajar lo más rápido posible y no subir más, así no tendría oportunidad para quedarme a solas con Winston y repetir lo mismo de ayer. Salí del baño vestida y entré a la habitación, solo para dejar la ropa usada el día anterior en la misma silla, luego vería que hacía con ella. Miré hacia la cama y él seguía ahí dormido ¿En qué momento había entrado? La verdad eso no me preocupaba demasiado ¿Qué hubiera pasado si esa mañana Leah fuera a recoger la ropa o a despertarme? Me senté a un lado de él para observarle. Creo que no me había equivocado con respecto a lo hermoso que era, durmiendo se veía aun más tierno. Lleve mi mano hasta su mejilla y comencé a acariciarla. Mi cerebro daba órdenes para mantener la distancia, pero mi cuerpo no le obedecía.

Mis labios llegaron hasta su frente. Él debía despertar antes que alguien llegara de nuevo a mi habitación y lo viera durmiendo en mi cama. 

-Despierta dormilón -le dije mientras jugaba con su cabello. 
-Buenos días -estiró sus brazos y bostezo- Me pillaste
- suspiré- John, te lo digo enseriono es correcto.
¿Quién dijo que me gustaba lo que era correcto?
-se sentó y me miró a los ojos.
-Eres imposible -soltó una risita
-Eres hermosa, más aun cuando te pones a darme sermones sobre lo que es correcto y lo que no -llevo su mano hasta mi mejilla.
-John -tarde, sus labios se posaron en los míos.
Fue un beso suave, nada de lo de ayer. Lo admito, me dejo embobada y solo fui capaz de esbozar una torpe sonrisa.
-Vamos a desayunar, muero de hambre -me tomó de la mano y prácticamente me arrastró escaleras abajo.
No había nadie.
-Salieron hace una hora a la playa, me preguntaron si quería a ir y me negué, tú no despertaste así que me dejaron a cargo de la visita.
- ¿¡Qué!? 

Mi plan de no volver a terminar en la misma escena de ayer con John se había caído varios metros bajo el suelo, en un pozo sin fondo. Me abrazó por la espalda y besó mi mejilla.


-¿Qué quieres de desayuno primita?


[...]



volví haha*-* ¡Saludines!

4 comentarios:

  1. no te puedo creer, ese John..tan.........senxy y sensual mmmmmmmmmmm me encanta!!!!! lo amo, obvio que despues de Paul, me gusta mas el romanticismo que la sensualidad, la sensualidad sera la segunda opcion pero no menos importante, no se a que me resisto meos, a la sensualidad o al romantisismo ¿vos?

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    1. Sin romanticismo no habría sensualidad; a menos que solo busques esa "clase de cosas" con una persona. Yo creo que al romanticismo, me gusta ser cursi(:

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  2. Oh My fucking god !!!!!!!!! Me dejaste sin palabras no inventes esta genial ame el final de este capítulo ya quiero el otro por favor ¿Si?


    Ps:Primita;)

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