jueves, 5 de julio de 2012

Capitulo 3.



Mi sueño fue interrumpido por fuertes golpes insistentes en la puerta de mi habitación. Me senté de un salto en el acolchado y observé mí alrededor, era de día, un hermoso día.


Los fuertes ruidos no cesaban, por lo que tuve que salir lo más rápido de la cómoda cama e ir a atender a quien llamaba con tanto furor antes de que el rectángulo de madera pintado blanco terminara en el suelo.


Apenas abrí unos centímetros de la puerta, la empujaron y un muchacho se abalanzó contra mí para abrazarme y estrujarme entre sus brazos.


Me quedé estupefacta ante su reacción y me quedé inmóvil, si bien sabía que no era John, ni tampoco George, debía ser
, debía ser ¡PAUL! Simplemente ese nombre me dio la razón para devolver el abrazo de igual manera que él lo hacía. Dios, esto era realmente emocionante, lo extrañaba tanto, el solía ser quien me consolaba cuando estaba triste, lo hacía de una manera muy extraña, pero lo importante es que lo hacía.


-¡Nayeli, eres tú! -Exclamó con máxima alegría y aún apretando mi frágil cuerpo entre sus brazos.


-Paul-Susurré y eso, mis pulmones comenzaban a sufrir. Causa: un gran reencuentro.


Al parecer notó mi rostro en un tono azul, pues me soltó, y tomó mi rostro para verme a los ojos.


-Lo siento -Esbozó esa sonrisa que extrañaba ver- Nayeli, esto es Vaya, te he extrañado tanto ¿Cuándo llegaste? -Se sentó en la cama y pronto la palpó, seguramente en señal de que me sentara a su lado y así charlar un poco.


-Para ser exacta a las dos de la madrugada -Sonreí.


-Me hubiese encantado recibirte, sabes que tengo el sueño pesado -Rió suave- ¿Quién te atendió?

-John -Agaché mi rostro y miré el suelo pensativa, esperaba que ya me hubiese reconocido y así me ahorraría las palabras para contarle el pasado.


-¿Por qué la cara? -Me investigó con su tierna mirada.


-Winston no recuerda nada de mí ¿Le lavaron el cerebro? ¿Se golpeó la cabeza? ¿Tiene amnesia? -Pregunté muy seguido, estaba seria y Paul pareció entretenerle mi expresión- ¿De qué ríes? Hablo muy enserio -Dije calmada.


-Nada, nada-Expresó para dejar de sonreír- Solo que es un gran interrogatorio -Tomó aire y suspiró- y no, John no ha tenido ni un golpe en la cabeza, tampoco sufre de amnesia y ¿De qué nos serviría lavarle el cerebro? -Arqueó una ceja respecto a la última pregunta. ¿Por qué río si es algo serio? Ok, es Paul.


-De nada, supongo -Reí.


-Ven, vamos, es hora de desayunar. Mamá muere por verte -Se puso de pié y me extendió una mano para ayudarme a imitarlo.


Caminamos en silencio hasta la cocina. Sentía nervios de presentarme, otra vez, frente a la familia Bloom. Ok, yo era una más de ellos, pero con el paso del tiempo uno pierde la confianza.


-¡Nayeli! -Exclamó una mujer de pelo rizado y facciones delicadas. Leah.- ¡Linda! Es un gusto tenerte nuevamente con nosotros. -Caminó hacia mí y me acogió en sus brazos con un suave abrazo.


-Tía… Lamento haber llegado sin avisar, mamá intentó comunicarse, le dije que era algo arriesgado -Me expliqué como si ellos necesitaran de eso, al contrarío, se veían muy animados con la idea de tenerme nuevamente en casa.


-Cariño, nos encanta que estés aquí, siempre esperamos a volver a verte, también a tu madre ¿Cómo está? -Sonrió simpática.


-Bien, su trabajo la llamo a Europa -Dije desanimada, solo llevaba un día sin ella y la extrañaba.


-Oh, entiendo, Bueno, sabes que esta es tu segunda familia y hay alguien más a quien debes conocer.

¿Alguien más? ¿Otro hijo?

George apareció agitando su mano y con una amplia sonrisa en los labios, a su lado un pequeño muchacho, si bien calculo tendría unos 12 años. Llevaba una linda sonrisa en los labios. Muy tierno.


- Nayeli, te presento a Robert -Sonrió Leah colocando a su hijo menor enfrente de mí.
Me hinqué para estar a su estatura y saludé.


-Nayeli -Sonreí y estiré mi mano.


-Bob, Robert
-Sonrió y estrechó su mano con la mía.


-¿Cuantos años tienes? -Pregunté curiosa.

-Diez -Sonrió. Ok, mi cálculo estaba mal- ¿Cuántos años tienes tú?

-Dieciocho, igual que tu hermano, somos primos -Sonreí.


Hablando del muchacho con 18 años de edad
¿Dónde estaba? En la cocina solo habitaban, George, Paul, Bob, Leah y George padre. Mejor no era preguntar.


Me senté junto a todos en la mesa. Leah había preparado un exquisito desayuno demostrándome una gran bienvenida. Realmente me sentía como en casa.


La charla entre todos era maravillosa, cuando el sonido de la puerta principal chocando contra su umbral interrumpió. Nos quedamos en silencio, cuando aparece John junto a una chica. El la abrazaba y ella parecía sentirse cómoda. No, no es lo que yo pienso ¿O sí?.


-Hola familia -Sonrió él y se aproximó a saludar uno por uno.


-Anna, linda
, ¿Desayunaste? -Preguntó Leah.

-Oh, sí, sí, muchas gracias -Sonrió dulce.


John, al acercarse a mí se detuvo y sonrió ¡Bien! Me reconoció, o al menos eso creo. Se me acercó para besar mi mejilla.


-Es divertido saber que éramos como mejores amigos y ahora eres totalmente nueva para mí -Susurró en mi oído.


No, no me conocía aún y ese aliento dulzón, ese susurro en mi oído, había sido como un boleto a las nubes. Me desconcentré totalmente. ¿Por qué? ¿Por qué paso si solo es mi primo?.


-Es la novia de John -Escuché a mi lado. Paul.
Agité mi cabeza repetidas veces y lo miré seria.


-¿Qué dices? -Arqueé una ceja.


-Anna, esa chica -Me señaló muy disimulado hacia donde se encontraba- es la novia de John, Linda ¿Verdad?


¿Qué? No, no
. John Bloom no podía tener novia.


[...]




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