No tengo hambre -Respondí al tiempo que su pregunta finalizó.
Cerró los ojos y suspiró
cansado. Se me acercó peligrosamente y llevó sus suaves manos a mis brazos.
No, no igual que anoche no. Mi espalda terminó apegada en la pared.
No, no igual que anoche no. Mi espalda terminó apegada en la pared.
-John, ya basta. Es
enserio -Traté de mantenerme
firme, que no notara lo débil que me ponía con esa cercanía.
-Déjame ver -Susurró sobre mis labios. Sus ojos aún seguían cerrados- Nunca le eh
preparado desayuno a una chica y ahora que se me da la oportunidad te niegas. No me dejas otra opción que el
castigo -Abrió los ojos de un
instante y sonrió tenebroso.
Lo miré seria y empujé
su cuerpo con delicadeza hacia atrás, ahora sabía que estaba un poco más segura
de no repetir ciertas escenas.
-¿Sabes? -Sonreí
traviesa- No es muy temprano
¿o sí? -Me giré y miré por la ventana- Un día soleado, en mi teléfono está
escrito el celular de Paul, Paul tiene la dirección de Richard, supongo que le
agradaría mi visita ¿Verdad? -Me volteé y me encontré con la mirada de John profundamente ida en las nubes.
Me observaba de pies a
cabeza. Se me había olvidado el hecho que había escogido un hermoso vestido
azul, obviamente atractivo para el muchacho y nadie me había dicho que pasaría
un día a solas con él
-¿Qué tanto me miras? -Me crucé de brazos.
Cerró sus ojos y agitó repetidas veces su cabeza.
-Yo, yo nada -Me sonrió- ¿Qué era lo
que me habías comentado? -Miró el suelo.
Suspiré cansada, al
parecer mi deseo de irritarlo no funcionaría.
-Decía que… Sería lindo visitar a Richard
-Volví a sonreír.
Me miró con grandes ojos
y de a poco todas esas divertidas facciones desaparecieron, mostrándome como
los celos quemaban en su interior.
-¿Quieres ir a ver a Richard? -Preguntó entrecortado con rabia y mirando el
suelo.
No sé qué era lo que me
pasaba, mi mente se había propuesto no acercarse más a John, pero me daba
cuenta de que se me haría imposible, tampoco era tan masoquista para alejarme
de un increíble vicio que nacía dentro de mí.
Caminé hacia él y levanté su rostro con una sola mano en su mejilla.
-Sí, creo que sería lindo ¿O acaso me tienes mejores planes? -Sonreí.
Me miró directo a los ojos y noté como su labio inferior desaparecía, sus labios lo capturaron.
¿Por qué era tan rápido? Ni si quiera me percaté cuando tomó de mi cintura y me apegó contra la pared. Estaba segura que le encantaba, pues siempre lo hacía.
-Quizás si tengo mejores planes -Sonrió seductor.
-Oh ¿Enserio? ¿Y qué te propones? -Pregunté tratando de que mi voz sonara inocente,
pero no lo logré. En vez de eso sonó
completamente obvia.
Sin responderme atacó
mis labios con desesperación, sensualidad, pasión y a la vez con ese toque de
ternura y cariño. Ni idea como lo hacía y no me importaba si lo disfrutaba
tanto.
Enredé los dedos de mis manos en su ondulado cabello, como me atraía desordenarlo y jalar tratando de armar fuerzas cuando sentía que mis piernas no resistían. Y así era, pronto mis extremidades temblaban y él se percató de ello.
Tortuosamente deslizó ambas manos por mis muslos y de un salto logré una llave en su cintura.
Caminó conmigo a cuestas sin dejar de devorar cada segundo mis labios. Sentía que en cualquier momento explotaría con todo lo que llevaba dentro. Su forma de morder mis labios era algo increíble y no me dejaba más opción que soltar leves gemidos sobre sus labios, algo que le incitaba a seguir con la situación.
Una vez más mi espalda
chocó bruscamente con una pared y aún así sentía que seguíamos en movimiento.
Los rojos e hinchados labios de John, sin despegarse de mi piel, besaron mi
mejilla y comenzaron a bajar hasta mi pecho un poco descubierto gracias al escote
de mi vestido, claro tampoco era algo exagerado.
Abrí un poco los ojos y pude apreciar que íbamos por las escaleras subiendo de una forma peligrosa. Yo iba en su cintura y el subía con velocidad sin dejar se besarme y acariciando mis piernas por debajo del vestido oh y como si fuera poco, mis manos empezaban a desabrochar con desesperación esa camisa color morado con cuello blanco.
Su respiración estaba tan agitada con la mía y yo no escuchaba más que una dulce melodía. No resistiría un segundo más si no sentía sus labios, esos besos desenfrenados, sobre los míos. Tomé su rostro y conseguí lo que tanto deseaba.
Finalmente entramos a una habitación y me dejó caer sobre un acolchado. Al abrir mis ojos para poder encontrar su perfecta anatomía me di cuenta de que estábamos en el interior de su habitación y él se encontraba cerrando la puerta con seguro. Al estar a mi alcance, sonreí, tomé de su camina y lo jalé para que cayera sobre mí.
No duró mucho el tiempo
en el que mi cuerpo estuviese bajo el de él, ya que sin que yo lo hubiese
planeado, se hizo a un lado y me atrajo hacia él.
Que tramposo era, lo había hecho solo para encontrar el cierre de mi vestido y comenzar a bajarlo. Me separé de sus labios y lo miré, sentía nervios y sabía que todo esto estaba muy mal, pero mis hormonas estaban mandándome por ahora y no mi sentido común.
Mientras él deslizaba hacia abajo el cierre yo terminaba de desabrochar su camisa y todo esto sin dejar de mirarnos.
Dios que ese torso estuviese a mi merced me volvía loca, pero alto tranquila, no podía mostrarme como una completa desesperada frente a él, ese es su papel.
Llevó sus manos a mis hombros y de a poco fue deslizando el vestido. Cerré mis ojos y susurré.
Pronto mi vestimenta estuvo fuera. Ahora cambiamos de posiciones una vez más.
Lo miré preocupada y nerviosa a la vez, nunca había hecho algo parecido a esto.
Llevó las yemas de sus dedos a mis hombros y comenzó a bajar. Aun que no lo podía creer, también lo notaba nervioso.
HMFG!!!!!!!!!!! DIOS DIOS DOS DIOS DIOS DIOS!!! HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA NO TENGO PALABRAS creo que comentaria mejor si no estuviera tan anonadada, besos
ResponderEliminarWow Me dejaste sin palabras Pero puedo decirte esto deberías escribir un libro ganarías millones !!!!!!!
ResponderEliminarY dime que no son primos o que todo esto es un sueño por favor ellos serian la pareja perfecta !!!!! :)