sábado, 25 de agosto de 2012

Capitulo 11.




“She Said, ‘You Dont Understand What I Said’
I Said, ‘No No No, Youre Wrong’
When I Was A Boy; ‘Everything Was Right, Everything Was Right’”



Me miró por última vez y besó mi frente. Tomó de mi mano y entrelazó sus dedos con los míos. Su mano tibia sosteniendo la mía ya no me incomodaba, al contrario si pudiera pasar un día completo de esa manera estaría encantada. 


Bajamos las escaleras y llegamos a la cocina. Estaba empeñado en prepararme el desayuno sin que no le diera ayuda, así que un tanto rendida de insistirle, me senté en la mesa, apoyé mis codos en esta y en los codos mi cabeza, que por cierto estaba a punto de caerse producto al sueño.


Sus movimientos de aquí hacia allá, me mareaban, podía sentir esa extraña sensación dentro de mi estómago, alto, estaba convencida de que eran nauseas ¿Verdad? no podía ser otra cosa… amenos que fuesen  ¿Cosquillas? ¿Mariposas? No, no, no podía enamorarme y sentir mariposas por mi propio primo. Bueno eso debí pensarlo antes de haberme “Involucrado” con él.


Tanto darle vueltas al asunto, de un momento a otro la fuerte imagen de Anna, frenó automáticamente mis pensamientos.

Me di cuenta de que tenía que halarlo con John y no en cualquier momento, ahora mismo.

-Winston -Musité algo nerviosa en cuanto al tema que quería plantear.

-¿Si?  -Se giró. No pude evitar soltar una risita al verle la cara embarrada en un líquido algo pegajoso y un poco de harina.- No te rías -Rió suave y se me acercó para tomar mi cara y depositar en mis labios un fugaz e intenso beso.

Al separarse de mí y merarme a los ojos sonrió.

-¿Sucede algo?  -Creo que me notó un tanto incómoda.

-No y si  -Separé la silla junto a la mesa para que se sentara a mi lado.

-Nayeli, si me vas a decir que lo que hacemos está mal, que somos primos y no corresponde nuestra situación. Pierdes tu tiempo, lo sabes  -Me hablaba serio. Al parecer en realidad no quería que las cosas cambiaran.

-Lo sé, no es sobre eso lo que tengo que decir  -Me encantaba mirar a esos ojos. 

-Entonces.

-No puedo creer que te vaya a decir esto  -Suspiré y cerré los ojos- Es sobre, ella  -Ahora volvíamos al contacto visual.

-¿Ella?  -Enarcó una de sus finas cejas.

-Si Winston, Anna  -Escondí mi mirada cubriéndose de celos en un punto fijo de la mesa barnizada.

-¿Qué sucede con ella?  -Levantó mi rostro con una sola mano en mi mentón.

-¿Cómo que es lo que sucede? Dime una cosa ¿La quieres? -Lo miré serio.

-B-bueno; claro que la quiero, es mi novia  -Ahora su estado era el incómodo.

- ¿Me quieres? 

-Por supuesto que sí -Respondió rápido y tomó de mis manos-  Nayeli,  No me digas que estás celosa ¿O sí? -Sonrió travieso.

Lo miré incrédula.

-¿Sabes qué? -Me puse de pie y lo quedé mirando molesta- No quiero que me vuelvas a poner un dedo encima, ni nada, si ella está de por medio.

Me di media vuelta y tenía planeado irme a mi habitación, cuando unas fuertes manos rodearon mi cintura y esos deliciosos labios en la piel de mi cuello.

-Vamos, no seas melodramática  -Susurró siguiendo con la cadena de pausados besos.

-No, es ser melo-melodramática  -Oxígeno por favor. ¿Cómo lograba tanto?

-Mira  -Susurró en mi oído -Te prometo que cuando se dé el momento, estará tan lejos de mi vida y tu tan cerca -Mordió con sensualidad el lóbulo de mi oreja.

Mordí mi labio inferior y cerré los ojos, ya no resistiría. Mi respiración estaba agitada, mi corazón golpeaba con fuerza contra mi pecho y todo empeoraba a medida que sus manos se encontraban en mis muslos y estaban decididas a seguir bajando para encontrar el borde del vestido y acariciarme por debajo de la tela.

Me volteé desesperada, pero con disimulo. Tomé su rostro y devoré esos labios que ya estaba loca por tener sobre los míos.

Winston cada vez se impacientaba más al querer tocarme y no saber por dónde comenzar. Sin desacoplar nuestros labios me fue empujando hasta lograr que mis torpes pies se encontraran con algo que hiciera caer a ambos cuerpos hacia atrás, el sillón. 

Se separó de mí para que ambos nos acomodáramos a gusto y continuar con nuestro quehacer. 
Separó mis piernas y se acomodó entre ellas. Su espalda era mía, no podía dejar de recorrerla con mis manos deseosas de tocar su suave piel. 

Mordía mi cuello rozando su lengua y al mismo tiempo sus manos acariciando mis piernas como él quería, yo por mi parte no le hacía ni un solo escándalo, estaba disfrutándolo.

No podíamos escuchar ni un solo ruido más que no fuera nuestras respiraciones, el sonido que emitían nuestros besos y los suaves, delicados y silenciosos gemidos de parte de los dos.

Mientras Winston se entretenía bajando de mi cuello a mi pecho, con dificultad logré divisar como dos personas se encaminaban a nuestra puerta principal, no estaba concentrada para darme cuenta en el lío que estaríamos metidos, cuando el sonido de una llave entrando en la cerradura me hizo reaccionar. Con fuerzas sobrehumana empujé lejos de mi cuerpo a John , y yo, quedé ahí tirada, ni si quiera podía moverme.

La puerta se abrió.


[...]

1 comentario:

  1. OH DIOS!!!! ahora quien es!!!! que pasara??? sube pronto porfavor!! :)

    http://iwilldieforyoul.blogspot.mx/
    te dejo mi novela :D
    saludos!!

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